SINDROME
METABOLICO
La
valoración del riesgo requiere un análisis de las lipoproteínas y la
identificación de otros determinantes
del
riesgo. En adultos de más de 20 años se debería realizar cada 5 años un
análisis de las lipoproteínas en ayunas: colesterol total, LDL-C, colesterol de
las lipoproteínas de alta densidad (HDL-C) y triglicéridos. Si el análisis no
se realiza en ayunas, solo se pueden utilizar los datos del colesterol total y
del HDL-C; si el primero es ≥ 200 mg/dL o el segundo es < 40 mg/dL, se debe
repetir el análisis en ayunas para disponer de datos sobre el LDL-C. El cuadro
1 muestra la clasificación de los valores de diferentes lipoproteínas.
Factores de riesgo principales, que modifican el
objetivo terapéutico del colesterol de las lipoproteínas de baja densidada
·
Consumo de tabaco
·
Hipertensión (tensión arterial ≥ 140/90
mm Hg o medicación antihipertensiva)
·
HDL-Cb bajo (< 40 mg/dL)c
·
Antecedentes familiares de cardiopatía
coronaria prematura (cardiopatía coronaria en un familiar en primer grado antes
de los 55 años en hombres o antes de los 65 en mujeres)
Papel de otros factores en la valoración del riesgo
Además
de los cinco factores de riesgo principales antes mencionados, existen otros
factores que influyen en el riesgo de CC. Entre ellos se encuentran los
factores de riesgo relacionados con los hábitos de vida (obesidad, inactividad
física y dieta aterógena) y los llamados factores de riesgo emergentes (lipoproteína
(a), homocisteína, factores protrombóticos y proinflamatorios, elevación de la glucemia
en ayunas y signos de enfermedad aterosclerótica subclínica).
·
Obesidad abdominal (perímetro de la
cintura > 102 cm en el hombre y > 88 cm en la mujer)
·
Triglicéridos ≥ 150 mg/dL
·
HDL-Cb < 40 mg/dL en el hombre o
< 50 mg/dL en la mujer
·
Tensión arterial ≥ 130 / ≥ 85 mm Hg
·
Glucemia en ayunas ≥ 110 mg/Dl
CAMBIOS TERAPÉUTICOS DEL ESTILO DE VIDA EN EL
TRATAMIENTO PARA REDUCIR EL LDL-C
El
primero de estos cambios que se debe instaurar para reducir el LDL-C es la
reducción de la ingesta de grasas saturadas (< 7% de las calorías totales) y
colesterol (< 200 mg/día). Si al cabo de 6 semanas
no
se ha alcanzado la concentración deseada de LDL-C, se pueden añadir otras
opciones terapéuticas
que
potencian la reducción de las LDL, como los estanoles y esteroles vegetales (2
g/día) o el aumento de las fibras viscosas (10–25 g/día). Tras la obtención de
la máxima reducción posible con las medidas dietéticas, el énfasis cambia hacia
el tratamiento del síndrome metabólico y de los factores de riesgo lipídicos
asociados, con medidas como la reducción de peso y el aumento de la actividad
física.
este articulo me parece de suma importancia para estar informados acerca de como los malos hábitos alimenticios nos afectan nuestra calidad de vida y nos predisponen a alguna enfermedad
ResponderEliminares algo preocupante como la poblacion se esta dejando afectar por enfermedades consumistas y imperialistas donde una mala dieta y un consumo indiscriminado de grasas resulta en esto!!!!!!!
ResponderEliminaroye jose te felicito por tus articulos tienen un contenido muy bueno y estructurado con bases bibliografica ..........porque no haces una publicacion relacionada con diabetes mellitus dado que tiene mucha relacion con el tema aca publicado?
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